15.9.04
Bestial reflexión
Racionales... Con altanera hipocridad nos jactamos de tener lógica, de ser razonables, y soltando una sonrisa sobradora destacamos esa cualidad como la característica que nos desliga de nuestra ancestral procedencia animal. Despotricamos en contra de costumbres atávicas de civilizaciones pasadas que, atribuyendo mejoras en la calidad de vida diaria, realizaban sanginarios sacrificios humanos. Señalamos con aire de autoproclamada superioridad como viven especies de naturaleza diferente mientras celebramos jocosamente no ser iguales, no ser inferiores.
Seres pensantes... Debe ser así. Despues de todo, con minuciocidad tan alta como macabra a lo largo de los años han sido llevados a cabo planes de aniquilación masiva de personas de duración tristemente perenne. Asimismo, bien cierto es que por más ganas que tenga un primate de organizar un atentado contra los suyos, quitando la vida de hembras y micos recién nacidos no puede hacerlo por no poseer una brillante mente como la humana, capaz de sincronizar el estallido de multiples bombas en diferentes partes de su ilustre mundo.
Culturales...claro. ¿acaso no es de verdadero erudito de las ciencias criminales poner un manto de oscuridad definitivo sobre la luz de un alma habiendo estudidado meticulosamente el mejor método para hacerlo sin dejar evidencias? ¿O tender una red de impunes mentiras para encubrir una negociación sombría de fines lucrativos para unos pocos con fondos destinados a la enseñanza y la alimentación? Definitivamente obras de alguien con una avanzada formación pedagógico-sociocultural y no de un cromagnón neolítico incivilizado cuyas unicas motivaciones son sustentarse, procrear, criar y perecer.
Demostrando total desprecio por la crudeza del instinto sacrificamos fieras con rabia en sus genes, pero nuestra arrogancia nunca nos llevó a analizar con los flamantes métodos científicos si nuestro genóma conlleva aún esa carga natural de impulso indomable que hemos tratado de disimular aplicandole máscaras de falsa evolución. En todo caso, es justificable que una fiera ataque a otra ya sea por protección, ingestión o mero impetú. A fin de cuentas, no poseen la suerte de ostentar una mentalidad sensata que les imponga poner fin a ciertos comportamientos poco prudentes.
Sin embargo nosotros si la poseemos, o al menos de eso nos jactamos hace largo tiempo: de ser racionales, pensantes, culturales... todo menos salvajes. Y yo pienso en la inocencia de los perros, el pacífico orden implicito de los simios, el respeto de los felinos por la presa y la sabiduría de los delfines mientras me pregunto qué nos llevó a tomar distancia de tanta naturaleza animal.
 

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